No es cuestión de volver otra vez sobre la prostitución y su más que posible y aconsejable regulación, pero noticias como la que ahora enlazo dan mucho que pensar.
¿Se imaginan a los policías entrando en el burdel? “Por favor, señoritas, sigan con lo que están. No se alteren. Esto no va con ustedes.” Y calmando, de paso, a los extrañados clientes: “Tranquilos señores, no pasa nada. Continúen en la cama. No es necesario que se vistan ni que se quiten el disfraz. Enseñar la documentación no es imprescindible. Repito: enseñar la documentación no es imprescindible” Y, mientras tanto, varias patrullas bajando a toda prisa hacia la peluquería clandestina y pidiendo la documentación a la joven que está haciendo una permanente o a la que está terminando de poner un tinte. “Usted, la que parece ser oficiala: no se mueva. Y diga a su jefe que baje aquí inmediatamente”. Y el jefe, por cierto, también quedaría bastante extrañado, cuando, oyendo entrar a la pasma en su cutre y destartalado club de alterne, y procurando esconder condones, direcciones de clientes y toallitas higiénicas debajo del escritorio, oye que el poli entra en su despacho y le dice: “Entrégueme todos los permisos de trabajo de sus peluqueras y sus inscripciones a la seguridad social”. “¿Peeeerdone… de quién?”. “¡De todas sus peluqueras! ¡Y no se haga el tonto!”.
Y ya saliendo, la cosa puede ser incluso peor. “Usted, caballero, ¿a dónde va?”. “¿Yo? Pues aquí, a ver si me acuesto con alguna chica”. “Bueno, pase, pase. ¡Pero mucho cuidado con tratase de cortar el pelo: podría ser acusado de colaboración en un delito contra los derechos de los trabajadores!”
¿Se imaginan a los policías entrando en el burdel? “Por favor, señoritas, sigan con lo que están. No se alteren. Esto no va con ustedes.” Y calmando, de paso, a los extrañados clientes: “Tranquilos señores, no pasa nada. Continúen en la cama. No es necesario que se vistan ni que se quiten el disfraz. Enseñar la documentación no es imprescindible. Repito: enseñar la documentación no es imprescindible” Y, mientras tanto, varias patrullas bajando a toda prisa hacia la peluquería clandestina y pidiendo la documentación a la joven que está haciendo una permanente o a la que está terminando de poner un tinte. “Usted, la que parece ser oficiala: no se mueva. Y diga a su jefe que baje aquí inmediatamente”. Y el jefe, por cierto, también quedaría bastante extrañado, cuando, oyendo entrar a la pasma en su cutre y destartalado club de alterne, y procurando esconder condones, direcciones de clientes y toallitas higiénicas debajo del escritorio, oye que el poli entra en su despacho y le dice: “Entrégueme todos los permisos de trabajo de sus peluqueras y sus inscripciones a la seguridad social”. “¿Peeeerdone… de quién?”. “¡De todas sus peluqueras! ¡Y no se haga el tonto!”.
Y ya saliendo, la cosa puede ser incluso peor. “Usted, caballero, ¿a dónde va?”. “¿Yo? Pues aquí, a ver si me acuesto con alguna chica”. “Bueno, pase, pase. ¡Pero mucho cuidado con tratase de cortar el pelo: podría ser acusado de colaboración en un delito contra los derechos de los trabajadores!”
2 comentarios:
Buenas noches,
Es cierto las putas/os no existen, lo que realmente existen son Señoras /es que tienen una forma de ganarse la vida, utilizando su cuerpo unas/os voluntariamente, otras /o NO y que deben de estar a la altura del tonto o tonta de turno que alguna vez le toque, los demás son clientas/es, que tratan con educación y son correspondidos con la misma educación.
La actuación Policial No tiene desperdicio, debería de saber la MASA GRIS que ordeno la operación, que todo estaba en regla en el BURDEL ( ni pensar quiero que este fuera frecuentado por algún que otro jer…., no, no yo no estamos en la dictadura ), no sé porque me viene a la memoria la serie de la Primera La Señora ( no pretendo hacer publicidad dela serie ); lo que SI pienso es que se esta consintiendo la explotación de las personas ( sin derechos de ninguna clase ) y posiblemente por intereses que desconozco que se pase por un BURDEL que debe tener como decimos los Andaluces “ MENOS PAPELES QUE LA CHOZA DE UN MELONAR “, se levante la mano en cuanto a la LEGALIDAD DEL NEGOCIO Y DERECHOS DE SUS TRABAJADORAS/ES y lo que SI aplaudo es la siguiente actuación de explotación ilegal con respecto a la Peluquería, esta vez me voy por los Pelos……
Pero Señores Policías , aunque No se lo haya indicado el de turno , si posiblemente hay otro delito delante de sus narices, pregunten, pidan documentación y detengan a los delincuentes/as, que ya esta bien.
Personalmente, no deja de llamarme la atención cómo en prácticas sexuales, podemos denominar "posmodernas" en términos de Ronald Inglehart (1970), tales como el exhibicionismo o necrofilia, sean numerosos colectivos los que se cuestionen la excesiva punibilidad con que castiga estos comportamientos en diversos Códigos Penales.
Sin embargo, la Prostitución, algo que se conoce prácticamente desde que existen registros históricos de algún tipo, y en prácticamente todas las sociedades, no genere tanto cuestionamiento entorno a su extendida ilegalidad en numerosos países.
Si analizamos detenidamente esta práctica, todos sabemos que las partes implicadas en este intercambio económico de favores sexuales obtiene algún tipo de beneficio.
Habría que preguntarse pues, por qué es entonces una práctica social tan reprobable hasta el punto de considerarse deluctuosa. A mi juicio, esto es algo que forma parte intrínseca de una educación clásicamente religiosa (en su mayoría católica)que predomina en la mayoría de sociedades occidentales. Holanda, es a modo de ejemplo gráfico, la más clara situación de país con diversidad religiosa donde sólo existen un 30% de católicos, frente a una amplia población no religiosa (más de la mitad), sin contar con los musulmanes, calvinistas, etc. El resultado es un país que ha aceptado la prostitución (además de la legalización de drogas blandas, pero eso es otro tema) como algo que forma y ha formado parte de la sociedad y que bien regulado no genera crimen, sino muy al contrario, grandes beneficios.
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