BÁCULO Y GUÍA PARA MANEJARSE DECENTEMENTE POR LA MITOLOGÍA PENAL CONTEMPORÁNEA

miércoles, 1 de junio de 2011

vete



Mucho dolofine, mucho polvo. Quizá también mucho caballo. El mantel de hule deja resbalar las lágrimas de rabia, pero no absorbe la tristeza. Ni el dolor. Ni las miradas perdidas. No recupera el dinero, ni devuelve el éxito. Mil duros para unas gafas nuevas y dos mil para una estancia corta y una gorra, pero poco más. Al final ya no se ve el talego, pero tampoco se vislumbra la luz. Sonreír... aunque duela, como dijo el clásico. Esta vez, la música -y la letra- parecen el testamento de un tahúr, el epitafio de un zombi. El alcohol y el tranxilium le han sentado bien a la canción. Las deudas se han olvidado y una ternura adolescente, casi infantil, invade el estudio. Quién lo iba a decir.

1 comentario:

Juan de Dios de Bailén dijo...

Sinceramente ver esta reproducción del dúo los “Amaya “, llegados a comparar como unos de los mejores exponentes de la Rumba Catalana junto con “Peret, Chacho, Gato Pérez…. “, me produce un sentimiento de degradación de la persona; ¡posiblemente conseguido por una mala inversión de los principios recibidos! Quizás los hemos ocultado con dinero fácil conseguido y mal invertido.
Profesor Fontán como de costumbre sus comentarios; cortos, escuetos y intentando extirpar el cáncer.
Al final tendremos que aprender.
Juan de Dios de Bailén.