BÁCULO Y GUÍA PARA MANEJARSE DECENTEMENTE POR LA MITOLOGÍA PENAL CONTEMPORÁNEA

jueves, 2 de julio de 2009

el sentido de las cosas


Salvador es el que está más a la izquierda. Siempre dispuesto, en todo momento participativo, nunca pesado ni impertinente. Me pregunto quién de los dos ha aprendido más, aunque intuyo que yo de él, con creces. Ahora ya no es alumno, sino Licenciado y, también lo creo, amigo. A su lado está Hilario Blasco, uno de los profesores más capacitados de nuestra titulación y un investigador de muchísimo prestigio en su campo, que no es otro que el de la psiquiatría y la victimología. Rocío y María, compañeras de Rosa (que es la que está más a la derecha) han sabido compaginar los estudios de Criminología con su rigurosa labor como fiscales. Muchas veces me he sentido avergonzado frente a su profesionalidad, responsabilidad y paciencia, y me alegra que hayan confiado en mí, pese a mis defectos y errores. César Herrero es amigo y protector, pero también uno de los criminólogos más importantes de España, y profesor de política, etiología y fenomenología criminal en nuestra Universidad. Detrás, José María, alumno sobresaliente y persona humilde y rigurosa, a quien agradezco su tiempo y su ánimo. Su familia lo recupera, por fin. Giada, con el pañuelo al cuello, seguirá estudiando el fenómeno criminal desde alguna otra perspectiva, y seguirá exigiendo rigor y excelencia…, que es lo que ella nos ha dado a los que hemos tenido la suerte de ser sus profesores. Manuela, justo a su lado, terminará pronto la Licenciatura, y aprovechará todo su carácter (que es mucho) para emprender una prometedora carrera como abogado penalista. José María está en el centro, con camiseta y gafas, y creo que es su último año en la Universidad. Me alegro por el mundo profesional, al que llega una buena persona, solidaria, generosa y sencilla. Pero me da pena por mí, que quedaré algo huérfano de humanidad y no tendré más a mano a aquél alumno callado, tímido y noble, al que hace casi diez años conocí.

Felicidades a todos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Rafa por tus palabras. Me alegra enormemente haber pasado por esta Universidad en la que he aprendido que la educación universitaria no ha de ir de la mano del trato frio y distante.
Gracias por tu paciencia con nuestras quejas y gracias por compartir con nosotros esa pequeña comida de despedida y punto y seguido...
Buen verano.

Rocio

José Mª dijo...

Yo tambien quiero agradecer tus palabras y suscribo lo que dice Rocio. Además quiero añadir que mi paso por esa Universidad no solo me ha aportado conocimientos, sino, algo mucho más importante, la amistad de mis compañeros y profesores, todos y cada uno especiales y de una calidad humana extraordinaria. Os doy las gracias por ello.

Anónimo dijo...

Leo atentamente " el sentido de las cosas ", y en el escrito veo respeto, admiracion y reconocimiento a los alumnos que quieren aprender y sobre todo humildad de la persona artifice de conseguirlo.

No me cansare de repetir siempre ha habido " clase de personas " y " PERSONAS DE CLASE ".

Enhorabuena Rafa PROFESOR

Juan de Dios de Bailen
sigo con el problema de las tildes.

Anónimo dijo...

Yo también quiero darte las gracias Rafa, y no sólo por estas palabras que son todo un regalo, de los que se hacen sin tener por qué, y por eso valen mucho más y se reciben con más cariño; sino por la cercanía, afecto y paciencia con las que nos has tratado siempre. María.

Hilario Blasco Fontecilla dijo...

Estimado Rafa,
Yo sólo puedo refrendar las palabras de mis compañeros. Para mí ha sido un gran reto ser profesor de Victimología, una materia relativamente ajena al campo de mi especialidad, y no me da rubor reconocer que seguramente he aprendido más de mis alumnos que ellos de mí. Para mí ha sido un gran placer asistir todos los viernes a las clases con personas con formaciones variopintas pero un interés común: aprender. Y creo que tanto tú en particular, como la UEM, en general, nos han facilitado el éxito de un modelo de aprendizaje que no se basa en la memoria, sino en el intercambio de conocimientos a través del diálogo razonado. Por ello, te doy mi más sincera enhorabuena.
Un abrazo a todos,
Hilario