Leo el prólogo de la nueva edición de la Parte Especial de Derecho Penal del profesor Serrano Gómez y, como siempre, me reencuentro con su facilidad de palabra, su valentía y su rigor. La delincuencia -lo hemos dicho muchas veces- se incrementa preocupantemente, pero en política criminal, con este gobierno o con el anterior, se siguen siempre las mismas directrices. Ante el fracaso de la prevención y la lucha contra el delito, sólo se toman dos tipos de medidas: se agravan las penas en algunos casos y, en otros, se incorporan al Código Penal conductas que sólo deberían ser objeto de sanción administrativa. Se anuncia así la elevación de las penas para las asociaciones criminales, como consecuencia -entre otras cosas- del fracaso en el control de la inmigración ilegal o peligrosa; se prepara una reforma de la Ley de responsabilidad penal de los menores, ante el fracaso -entre otros mecanismos- de la prevención, lucha, tratamiento y recuperación de los jóvenes delincuentes... Y es que parece que el legislador desconoce que las penas de prisión tienen menor efecto preventivo del que se les atribuye, y que la caída en el delito obedece a una multitud de causas, motivaciones y factores de complejo y delicado tratamiento.
Nuestra Ley no es, precisamente, benévola. Pero eso no importa. Unos y otros continuarán compitiendo por la quimera soñada.
1 comentario:
Pienso que si el Derecho penal no consigue motivar, un incremento de las penas no es desde luego la solución más acertada; entre otras cosas porque podemos caer en que la pena sea desproporcionada y porque esto desmotiva al delincuente para su reeducación. Un incremento de las penas parece más un afán retributivo que resocializador, y esto no parece muy ajustado a la Constitución que proclama que la misión fundamental es reeducar, y al fin y al cabo, se supone que la Constitución es fruto de la voluntad general.
Si el Derecho penal no logra motivar determinados comportamientos, busquemos otros medios de motivación, pero no busquemos la opción más fácil que calme el ansia de venganza de las masas porque contra la criminalidad no conseguiremos mucho. Y El Derecho penal no es la solución para todos los males del hombre..Deberíamos comenzar por la educación.
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