BÁCULO Y GUÍA PARA MANEJARSE DECENTEMENTE POR LA MITOLOGÍA PENAL CONTEMPORÁNEA

martes, 8 de marzo de 2011

grupo salvaje


Pablo es un tipo legal, un hombre bueno. Con demasiados principios para lo que se estila en el planeta, y, por lo tanto, especie en vías de extinción. Es el primero por la izquierda, pese a todo, y el más inteligentemente oscuro, pese a la luz. Idoia no es Gemma. Al contrario, están juntas pero separadas por doce mil inquietudes y veinte millones de convicciones. Idoia está con los pies en el suelo y, aunque se agarra al código, está pendiente de su porvenir. Gemma, a lo suyo, es tan inocente como su voz, y tan culpable, si me lo permiten, como su conciencia. A veces no sabe, ni está ni se la espera, pero siempre responde. Delia no quiere hacer ruido, se avergüenza de tanta reflexión negativa y pesimista, y se queda fuera por no tocar la puerta. Pero es lista y por eso seguirá adelante... si es que se arriesga por fin a definir una meta. David, a mi lado, pasaba por aquí. Dice que está, y sin embargo vive lejos, en otro país, en otra dimensión quizá. No tiene tantos años como le gustaría, pero si le pillan, se entrega; no va a morir por una nimiedad ni a manos de un tonto. Ana es Isabel y mil nombres más que nunca recuerdo, y se muerde la lengua por tener que ceder ante los inofensivos estereotipos. De vez en cuando se hace corpórea, decide volver a una imposible normalidad y, como quien no quiere la cosa, se sienta sencillamente a tu lado, y consigue insuflar ánimos para seguir. Al menos, para que yo siga siendo profesor. Encarna se ríe, pero la cosa no le hace ni pizca de gracia. Un día la llevé a una autopsia, o a un juicio, y es a esa joven tímida, educada y dispuesta, a la que siempre vi en clase. O en las revisiones. O en las demandas. Creo que sabe quién es, y eso asusta y le asusta. Samuel, finalmente, no se calla nada y por eso desconcierta. Como esta temporada se llevan los tonos pastel, choca un alumno crítico, que no considere al personal ni más rápido, ni más alto, ni más fuerte. No es prepotente, quizá iconoclasta, y siempre buen jugador. Admite la derrota, pero vomita ante la estafa. Y eso no es malo.

Casi todos ellos aprobaron la parte especial de Derecho penal. Yo, sin embargo, me quedo un año más. Enhorabuena.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso comentario,que incluso aquellos alumnos suspensos,sentiran alegria y fuerza al verlo para seguir adelante y términar lo que han empezado con tanto esfuerzo.
Es un orgullo saber que nos alegramos y que contamos con una de las pocas cosas que merecen la pena de este penal,en nuestra facultad,y sin duda alguna es usted,por sus clases y sobretodo por su trato y distinción.

Gracias por todo.

Guacimara C.

Ana Isabel Perez dijo...

Muchas gracias Fontán. Ojalá todos los grupos fueran como lo ha sido éste y todos los profesores como usted, exigente pero cercano. Me llevo un grato recuerdo.

Un saludo,

Ana Isabel.

Anónimo dijo...

Rafa es increíble, una vez más, te superas y vuelves a dar una lección magistral a todos. Son muchos los profesores que han pasado a lo largo de nuestras vidas, pero a pocos se les recuerda, sin embargo a usted como ejemplo de muchas cosas.
Todos los que te hemos sufrido en el aula, sabemos que tus clases se dividen en una parte general y una especial, la primera encaminada al Derecho Penal y la segunda que emana de tu inmensa e incuantificable calidad humana y que gracias a ello tus alumnos podemos reconocer, el valor, la humildad y sencillez que arrojas en tus palabras de reconocimiento, aliento, motivación y de superación.
Como un tenor que da órdenes con su batuta a la orquesta, pues tú Rafa, no dejes nunca de ordenar las palabras como las ordenas en este texto.
Una vez más me ratifico en mis palabras, Rafael Fontan excelentísimo profesor, pero aun mejor persona.
Muchas Gracias.

Pablo J. Pérez

Jorge Ramiro Pérez Suárez dijo...

Rafa,

Como comentario ha sido bastante intenso e interesante. Si algo tiene esta profesión, es la capacidad de jugar un papel grande o pequeño)en la vida de los alumnos.

y todos aprendemos algo

Anónimo dijo...

El mayor logro en mi vida académica y profesional, aún por escribir, sería que personalidades como Ud., Rebeca, Alfonso, César, Nacho, Jorge y Francisco, aunque a este último aún no tengo el gusto de conocer; así como profesores que aún no he conocido pero que seguro me fascinarán, puedan decir en algún momento, hablando con alguien o debatiendo sobre una nueva teoría mal escrita y peor recibida; QUE YO FUI ALUMNO SUYO.

Sin duda sería algo gratificante, espero que suceda, y espero tb poder soportarlo en tal caso.

La modestia es algo que compartimos Rafa y el haber estado siempre bajo la media te hace tener los pies en la tierra.

Es complicado asimilar que tus notas son de las mejores de la clase, y saber que no por ello eres mejor que los demás. Nunca lo he sido y no se si alguien lo es.

Pero una cosa está clara, el esfuerzo se compensa y el camino de la intelectualidad o la locura mejor dicho, es un camino complicado.

Es un camino sólo hecho para locos y amantes, o para locos e incompetentes según la fibra moral de cada loco.

La simplicidad también se premia aquí y por ella, se puede llegar a ser oído por un mayor número de personas, quizá por eso algunos son complicados; por miedo a que les escuchen.

Estaría guay poner que este mensaje ha sido enviado por ANÓNIMO I.

Pero soy un alumno tuyo y me gustaría haberte mandado esto en un momento en el que no pudiera ser interpretado como "búsqueda de un trato de favor".

Espero estar algún dia en tu recuerdo como un buen alumno, y en tu conocimiento como un buen profesional, sea en el ámbito que me deparen mis elecciones. Y si no es así, no me lo digas.

PEPE M. CRIMINOLOGÍA